
Iglesia San Tirso el Real de Oviedo
Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en el año 1931. Al lado derecho de la catedral, la angosta calle de Santa Ana separa escasamente la esquina de la torre catedralicia de la de este templo que, pese a rehabilitaciones y alteraciones, continúa siendo básico. Formó parte del primitivo complejo palatino y eclesiástico que auspició Alfonso II el Casto en Oviedo a comienzos del siglo IX. La iglesia sufrió diversos avatares, y de la primitiva